Práctica deportiva vs. Sedentarismo


27.03.2017

¿Qué importancia tiene el deporte actualmente en la sociedad?

¿Se está haciendo todo lo posible por concienciar a la población de la importancia de la actividad física, el autocuidado para evitar así mismo el sedentarismo?

¿Qué importancia tiene la práctica deportiva en personas adultas sedentarias?

La práctica de ejercicio se ha realizado desde la antigüedad, no obstante la iniciación de programas de ejercicio con una prescripción rutinaria se remota a la Grecia antigua.

Galeno recomendaba programas en los que se aconsejaba alternar ejercicios vigorosos con otros más suaves, y rápidos con más lentos. Practicar ejercicio bajo recomendación tenía una serie de prioridades; La salud era el objetivo principal, seguida por la estética, el culto a la propia imagen, y por último, la fuerza como expresión de supremacía y poder

En 1992 la Carta Europea de Deportes, sostiene que: “El deporte abarca mucho más que los juegos de equipo tradicionales y la competencia. El deporte es toda forma de actividad física que, a través de participación organizada o no, tienen por objeto la expresión o la mejora de la forma física y el bienestar mental, la formación social, relaciones o la obtención de resultados en la competencia en todos los niveles”

Sin embargo, hay una amplia variedad de actividades específicas que pueden ser descritas como un deporte. Actualmente, son muy evidentes los profundos y acelerados cambios que se están produciendo en todos los ámbitos de la sociedad. El deporte y la actividad física, como actividades sociales reconocidas, no se escapan de esta evolución y transformación.

Por ello, se entiende por actividad física a todos los movimientos naturales y/o planificados que realiza el ser humano obteniendo como resultado un desgaste de energía, con fines profilácticos, estéticos o rehabilitadores

 La actividad física es todo tipo de movimiento corporal que realiza el ser humano durante un determinado periodo de tiempo, ya sea en su trabajo o actividad laborar o en sus momentos de ocio. El realizar o conseguir una actividad física diaria es beneficioso para la salud, de tal manera que las mejores actividades físicas son las actividades cotidianas de la vida diaria; como andar, montar en bicicleta, subir escaleras, hacer las labores del hogar, hacer la compra, siempre que éstas se realicen con frecuencia. Pero lo más recomendable es practicar un ejercicio físico programado y de intensidad moderada.

Cabe destacar, que la actividad física contribuye a la prevención y manejo de una serie de enfermedades, entre las que se destacan las enfermedades cardiovasculares,  diabetes mellitus tipo II (DM II), obesidad, hipertensión arterial (HTA) y depresión, entre otras. El efecto de la actividad física y la dieta en la disminución de la obesidad es concluyente, así como su asociación con mortalidad. Además, se ha demostrado que el riesgo de muerte cardiovascular es menor en adultos obesos activos que en más delgados y sedentarios; también es menor en hipertensos activos que en hipertensos sedentarios y del mismo modo en diabéticos activos que en no diabéticos sedentarios

Al mismo tiempo, se ha observado que en adultos mayores la actividad física contribuye a prevenir riesgo de caídas, fracturas y pérdida ósea, mediante el fortalecimiento de los huesos y músculos y la mejoría de la agilidad y flexibilidad; también mejora el bienestar psicológico y permite conservar las habilidades para una vida independiente y autónoma.

Beneficios de la actividad física:

El ejercicio físico mejora el rendimiento cardiovascular debido a cambios hemodinámicos, hormonales, metabólicos, neurológicos y de la función respiratoria.

Interviene en la modificación de factores de riesgo cardiovasculares, como bien he mencionado anteriormente, y en consecuencia desempeña un papel relevante en la prevención primaria y secundaria de la cardiopatía isquémica.

Los programas de ejercicios supervisados se recomiendan ya desde la infancia con el objetivo de estimular el hábito hacia el deporte , una de las medidas más adecuadas para ocupar el tiempo de ocio y mejorar el estado de salud. En general, los efectos benéficos de la actividad física se pueden ver en los siguientes aspectos :

A nivel orgánicos

– Aumento de la elasticidad y movilidad articular

– Mayor coordinación, habilidad y capacidad de reacción

– Ganancia muscular, la cual se traduce en aumento del

metabolismo, que a su vez produce una disminución de la grasa

corporal (Prevención de la obesidad)

– Aumento de la resistencia a la fatiga corporal

A nivel cardíaco

– Se aprecia un aumento de la resistencia orgánica

– Mejoría de la circulación

– Regulación del pulso y disminución de la presión arterial

A nivel pulmonar

 – Se aprecia mejoría de la capacidad pulmonar y consiguiente oxigenación, el funcionamiento de alvéolos y el intercambio de gases, y mejora el funcionamiento de los músculos respiratorios.

– Desarrollo de la fuerza muscular que a su vez condiciona un aumento de la fuerza ósea (se previene la Osteoporosis)

– Mejoría de la posición corporal por el fortalecimiento de los músculos lumbares

– Prevención de enfermedades; como la Diabetes, la Hipertensión Arterial, la Osteoporosis, Cáncer de Colon, lumbalgias, etc.

A nivel cardiovascular

– Disminuye la frecuencia cardiaca y la presión arterial

– Mejora la eficiencia del funcionamiento del corazón y disminuye el riesgo de arritmias cardiacas

A nivel metabólico

– Disminuye la producción de ácido láctico, la concentración de triglicéridos, colesterol y LDL

– Ayuda a disminuir y mantener un peso corporal saludable, normaliza la tolerancia a la glucosa, aumenta la capacidad de utilización de grasas como fuente de energía, el consumo de calorías, la concentración de HDL y mejora el funcionamiento de la insulina

A nivel de la Sangre

 – Reduce la coagulabilidad de la sangre

A nivel neuro-endocrino

– Disminuye la producción de adrenalina (catecolaminas)

– Aumenta la producción de sudor

– Tolerancia a los ambientes cálidos y la producción de endorfinas

A nivel del sistema nervioso

 – Mejora el tono muscular, los reflejos y la coordinación

A nivel gastrointestinal

– Mejora el funcionamiento intestinal y ayuda a prevenir el cáncer de colon

A nivel osteomuscular

– Incrementa la fuerza y el número de terminaciones sanguíneas en el músculo esquelético

– mejora la estructura, función y estabilidad de ligamentos, tendones y articulaciones

– previene la osteoporosis y mejora la postura

A nivel psíquico

– Incrementa la capacidad de fuerza de voluntad y de autocontrol

– disminuye la ansiedad, el estrés, la agresividad y la depresión

– estimula la creatividad, la capacidad afectiva y mejora la memoria y autoestima de la persona

También, la práctica regular del ejercicio conlleva a hábitos sanos de alimentación, disminuye la percepción del esfuerzo físico, mejora la resistencia.

Entre los efectos del ejercicio físico hay que valorar los que corresponden al propio entrenamiento, sus implicaciones en la modificación de los factores de riesgo cardiovasculares y los cambios promovidos en el estilo de vida.

Pues bien, una de las consecuencias de mayor relevancia es el incremento del consumo de oxigeno (VO2), que guarda buena correlación con la función cardiovascular. Esta mejoría se produce al aumentar la capacidad del sistema cardiocirculatorio y al mejorar la utilización del oxigeno por el músculo esquelético.

Cabe destacar que el VO2 máx. varía en función de la edad, el sexo y los factores genéticos. Por ello, el valor medio en un individuo sedentario de 20 años es de 45 cc/kg/min, con desviación de un 10-15%; el entrenamiento intenso produce un incremento de hasta un 35%, de ahí que en los atletas se encuentren normalmente valores por encima de los 70 cc/kg/min1

Además, la demanda energética del miocardio disminuye debido a que la frecuencia cardiaca y la presión arterial experimentan un menor incremento a un nivel de esfuerzo determinado. Por consiguiente, los pacientes con cardiopatía y respuesta adrenérgica acusada pueden beneficiarse de este mecanismo fisiológico que contribuye al ahorro de energía.

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